lunes, 30 de abril de 2012

De profundis: Poesía submarina

Un pintor vive en una diminuta isla en medio del mar y sueña con ser marinero. En sus cuadros retrata inquietantes peces de colores, perturbadoras sirenas de pelo rojo o medusas luminosas de espectros violáceos. Sueña y pinta el mar, mientras su mujer le espera tocando el violonchelo, en esa casa en medio de la inmensidad.


Miguelantxo Prado se atreve con el cine y sus acuarelas cobran movimiento y sonido. Es una historia sin diálogo, en la que la música y las imágenes hablan por si solas, cine de animación para adultos con trazos de videoarte, plagada de guiños a los grandes de la pintura surrealista o metafísica, como René Magritte.


La belleza de esta cinta conmueve y perturba a partes iguales al espectador, en este cuento donde la sirena soñada y el pintor soñador pasean de la mano por las profundidades del mar de las costas gallegas. Así, en este universo peculiar, el fondo del océano se convierte en un inesperado cielo de estrellas de mar de todos los colores, y en el que las mantas rayas son mariposas que no nadan, sino vuelan con elegancia surcando el océano. Una película narrada con un ritmo especial que mantiene una cadencia hipnótica durante toda la cinta.
La tranquiilidad alarmante del océano,  la pertenencia a uno u otro lugar, la vida, el amor y la muerte se entremezclan entre notas de música de la Orquesta Sinfónica de Galicia y nos traen esta pequeña joya con tintes surrealistas y oníricos acerca de las profundidasdes del mar... y del ser humano.

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